La palabra cenote se deriva del maya dzoonot, que quiere decir “hoyo en el suelo”. Para los mayas, los cenotes eran lugares sagrados en donde en donde residía Chac, el dios de la lluvia. Eran la entrada al inframundo y sus aguas eran fuente de fertilidad. Parece ser que los antiguos habitantes de Tamaulipas tuvieron contacto con ellos.
En Tamaulipas se encuentran los cenotes de Aldama o pozas de la azufrosa. Están constituidos por roca caliza y los rodea la selva baja. Aguas subterráneas afloran aquí creando este bello prodigio en un grupo de cinco maravillosos cenotes.
“El Zacatón” se caracteriza por sus originales chinampas de zacate perfectamente redondas que flotan en su superficie. Se ha buceado a una profundidad de casi 300 metros sin llegar a su fondo. La “Poza Verde” está rodeada de vegetación tropical y es realmente verde aún en la época de secas. En fin...cada uno de ellos es realmente bello.
SI USTED VA A LOS CENOTES DE ALDAMA
Partiendo de la ciudad y puerto de Tampico, Tamaulipas, siga la carretera nacional núm. 80 que nos lleva a Ciudad Mante; 81 km después, en Estación Manuel, tome el desvío por la carretera núm. 180 que va hacia Aldama y Soto la Marina; recorra aproximadamente 26 km y en este punto (10 km antes de llegar a Aldama) doble a la izquierda por un camino revestido, de unos 12 km, que conduce hasta el ejido. El Nacimiento. Este sitio no cuenta con servicios turísticos, pero los puede encontrar en la cercana población de Aldama, o bien en la ciudad de Tampico.